Se trata del Myrkl (AB001), un suplemento probiótico en forma de cápsulas que contiene dos bacterias, Bacillus subtilis y Bacillus coagulans (también se encuentra en el yogur y el kimchi), que se obtienen en la fermentación del arroz fermentado, y dos vitaminas, la L-cisteína (presente en el atún y la avena) y la vitamina B12. La idea es que con estas bacterias y minerales se consiga evitar que el alcohol llegue al hígado, para ello lo descomponen y convierten en agua y dióxido de carbono el intestino. Una cápsula resistente a los ácidos protege a las bacterias de los ácidos naturales del estómago para que puedan llegar al intestino, donde la mayor parte del alcohol se absorbe en el torrente sanguíneo
Se dice que la píldora descompone hasta el 70% del alcohol al cabo de 60 minutos. Esto significa que si alguien bebe 50 ml de licor al 40%, que contiene 20 ml de alcohol puro, tan solo 6 ml del alcohol entrarán en el torrente sanguíneo. Esto es lo mismo que si la persona sólo bebiera 15 ml de licor.
Esta reducción de la cantidad de alcohol absorbida por el cuerpo se refleja en una reducción de los efectos a corto plazo del alcohol, como la euforia y la reducción de la ansiedad.
En este proceso se genera una cantidad muy pequeña de acetaldehído o ácido acético, una enzima tóxica que según explica María Iranzo, biotecnóloga, “está involucrado en el daño hepático e incluso el cáncer. Esta molécula interactúa directamente con el ADN y provoca mutaciones y daños cromosómicos. También se une a una variedad de proteínas distorsionando la función y la estructura del hígado, aumentando el estrés oxidativo, la acumulación de lípidos, la inflamación y la fibrosis”.
De momento, el suplemento de la farmacéutica sueca De Faire Medical –que se vende como 100% natural y vegano– solo se envía a Reino Unido, Alemania, Francia, Irlanda, Noruega, Italia, Dinamarca, Suecia, Austria, Finlandia y Suiza.
Sus efectos están sustentados por un estudio publicado en Nutrition and Metabolic Insights, que ha sido realizado por la empresa sueca en el que participaron 24 adultos jóvenes de 25 años de media, la mitad tomaron dos cápsulas de AB001 y la otra mitad placebo durante una semana. Después de ese tiempo se les dio un desayuno ligero y 0,3 gramos de vodka por kilo de peso corporal, más o menos la mitad de un vaso, y se analizaron los niveles de alcohol en sangre en las siguientes dos horas.
Los resultados mostraron que en la primera hora la cantidad de alcohol en sangre fue un 70% más baja en los que tomaron Myrkl que en los del grupo de placebo. Todo muy bien, pero ¿es realmente eficaz este método para evitar la resaca? Veamos que opinan los expertos sobre el tema.
Myrkl ¿es realmente efectivo contra la resaca?
En primer lugar hay que decir que no se trata de la primera pastilla que promete evitar la resaca después de beber, otras como el Resalim –un complemento para metabolizar bebidas– llevan tiempo en el mercado, aunque con una composición diferente. Sí podría ser el primer suplemento contra el malestar generado por el alcohol que demuestra su eficacia en un estudio, aunque esto también podría debatirse.
Y es que, el estudio se ha realizado en tan solo 24 personas –solo 12 de las cuales probaron la pastilla– y con una posología completamente diferente a la que se indica en el envase, la investigación se hizo tomando dos pastillas diarias durante una semana antes de la ingesta de alcohol, mientras que en la caja pone que se deben tomar al menos 1 hora antes o como mucho 12 horas. Por otro lado, solo se proporcionaron resultados de 14 de los participantes. Para concluir, en el propio estudio se refleja que el mismo ha sido financiado por DeFaire Medical, y que entre sus autores se encuentran un becado por la compañía y el fundador y accionista de DeFaire Medical. El conflicto de intereses pues parece evidente.
Como apuntan desde The Conversation, los resultados de este pequeño ensayo que aporta la base científica de la efectividad de esta nueva promesa antirresaca deja más dudas que respuestas: ya que no revela si la píldora funciona en personas que no sean jóvenes, sanas y blancas, ni si sus efectos son iguales en hombres y mujeres, o si la comida u otros fármacos pueden alterar el beneficio prometido por la acción de estas píldoras.
En cualquier caso, hay que aclarar que al no ser considerado como medicamento, Myrkl no ha requerido ser aprobado para su comercialización por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) británica.
Sally Adams, profesora asociada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), ha declarado a Euronews Next que “tal como está la evidencia, no hay productos que puedan prevenir o curar la resaca. Cuando pensamos en las resacas, es fácil pensar que son simplemente por estar demasiado deshidratado. Es deshidratación; un dolor de cabeza; un equilibrio o desequilibrio de electrolitos; irritación del estómago y del intestino delgado: estos son procesos muy complejos para que un producto pueda solventarlos”.
Además, este tipo de productos pueden aumentar el consumo de alcohol pues “el hecho de que esta píldora ahora sea extremadamente accesible significa que fácilmente podríamos ver un aumento en los atracones de alcohol con personas que usan esta píldora como una excusa para consumir más, lo que podría ser extremadamente dañino para la salud y el bienestar de las personas”, advierte Adams.
Por otro lado no hay que olvidar que se trata de probióticos que, aunque son seguros en la mayoría de los casos, en personas con enfermedades podrían alterar el equilibrio natural de la microbiota sana, incrementando el riesgo de que se produzcan infecciones o síntomas intestinales. Por tanto, y hasta que no haya más evidencia científica, lo mejor para evitar la resaca es directamente no beber alcohol.