Sobre la comunicación, muchas cosas importantes podemos mencionar, generalmente se habla del canal de transmisión, de un emisor, un receptor, etc.

 ESCUCHA ACTIVA: EL ARTE DE ENTENDER EMOCIONES

Sobre la comunicación, muchas cosas importantes podemos mencionar, generalmente se habla del canal de transmisión, de un emisor, un receptor, etc.

Hoy hablaremos sobre Escucha Activa, un concepto menos “tradicional” o no tan conocido, pero muy relevante para los diferentes ámbitos de nuestras vidas.

¿Qué es la Escucha Activa?

Ocurre que en general, cuando alguien nos habla, tendemos a participar dando nuestra opinión defendiendo nuestras ideas o evaluando lo que el(la) otro(a) dice, esto es algo muy natural, ya que la racionalidad es un atributo humano que permite resolver problemas estableciendo acuerdos en todo orden de cosas, así, nos entendemos y relacionarnos mediante el pensamiento lógico.

No obstante, una mirada diferente es que, durante todo este proceso de escuchar estemos dejando de lado algo muy importante: Las Emociones de Nuestro Interlocutor.

Cuando ponemos atención al “mundo interno” de una persona, es cuando la escucha pasa a ser realmente activa, y donde la habilidad de percibir el estado emocional de nuestro colocutor permite comprenderlo más exactamente.

Entonces, es posible afirmar que aquí empatía es una palabra clave, pues se trata de la validación y aceptación de aquello que el otro(a) dice, el “cómo se siente al narrarlo”, cuál es “la emoción que subyace a todo este relato”. Es escuchar sin juzgar, es en parte postergar nuestra propia opinión intelectual para conectarnos más en plenitud con un conjunto de cosas.

Ahora bien… ¿Cuál es el resultado de practicar la escucha activa?

Generalmente, ocurre que como producto de aceptar o validar la expresión emocional que subyace al relato obtenemos reacciones de alivio, de ser comprendido(a) y de mejores relaciones entre pares, esto es así, porque quien requiere manifestarse tiene una necesidad cuya naturaleza es emocional, la cual generalmente no va explícita en el contenido o semántica de las palabras.

Yendo hacia lo práctico…

A continuación, se muestran señales verbales y no verbales de escucha activa, acciones posibles de integrar a nuestro estilo o forma de relacionarnos, concretas y reales, y que tienen la virtud de potenciar nuestras habilidades blandas:

1. ALGUNAS SEÑALES NO VERBALES

Las personas que escuchan activamente suelen mostrar las siguientes señales no verbales:

• Contacto visual

El contacto visual, demuestra a la otra persona que se está prestando atención a lo que dice y siente en forma sincera, combinar este tipo de contacto con otras señales tanto verbales como no verbales, demostrará interés por lo que la otra persona está expresando.

• Sonrisa ligera

Esto, asegura al interlocutor que la información que está transmitiendo está siendo bien recibida, lo cual motiva a seguir hablando y actúa como reforzador además de dar un mensaje de empatía.

• Postura corporal receptiva

La postura, da información acerca del emisor y receptor durante el proceso de comunicación, quien escucha activamente tiende a inclinarse ligeramente hacia adelante o hacia los lados mientras está sentado.

• Mirroring

El reflejo automático o mirroring, refiere a la expresión facial del oyente y puede ser señal de escucha atenta, ya que estos gestos expresivos indican simpatía y empatía ante situaciones emocionales. Por el contrario, la imitación consciente o no espontánea de gestos faciales suele ser señal más bien de inatención.

1. ALGUNAS SEÑALES VERBALES

• Emitir palabras de refuerzo o cumplidos

Este tipo de verbalizaciones refuerzan el discurso del hablante al transmitir que uno valida su punto de vista. Frases como “lo hiciste muy bien”, “me gusta cuando eres sincero” o “debes ser muy bueno jugando al fútbol”, muestran atención por parte de la persona que escucha. Pese a que estas frases pueden ser positivas, no hay que usarlas en exceso, pues pueden distraer al emisor.

• Parafrasear

Parafrasear hace referencia a verificar o expresar con las propias palabras lo que parece que el hablante acaba de decir. De esta manera, es posible que el emisor informe al receptor si este últimoha entendido bien el mensaje. Un ejemplo de parafrasear puede ser: “¿Quieres decir que te sentiste de esta manera...?”.

• Resumir

Una persona que domina la habilidad de la escucha activa suele resumir lo que le acaba de comunicar el otro interlocutor. Esto ayuda a dejar claro que se entiende el punto de vista del otro antes de exponer el suyo propio.

• Hacer preguntas

Con esto, al hacer preguntas relevantes el oyente puede demostrar que ha estado atento, puede clarificar la información recibida señalando interés por lo que el emisor intenta comunicar.

Refs.:

(«Psicológicamente hablando: un recorrido por las maravillas de la mente», de Ediciones Paidós. Jonathan García-Allen (Reus, 1983), Graduado en Psicología por la universidad de Barcelona, con especialidad en Psicología de las organizaciones).

Ps. Enrique García E.